Sunday, 23 October 2016

The Far Away Fox en Español....Comida Colombiana


 
Patacon Pisao, Calle de las Delicias, 10, Madrid 



Resulta que recientemente, debido al puente aquí en Madrid, solo un estudiante vino para mi última clase del viernes por la tarde. Es colombiana y ha tenido una vida tan interesante que, muy pronto, dejé de lado el plan que tenía para mi lección, y empezamos a charlar (en inglés, así que todavía cuenta como útil), y como casi todas mis conversaciones, terminó siendo sobre comida y, de esta forma, se convirtió en mi blog. Me preguntó si había comido alguna vez comida de su tierra. Dije que sí, pero que no había llegado a escribir la entrada del blog. Me pidió, por tanto, que me pusiese a trabajar en ello para que ella pudiese leerlo. Bueno, no puedo decepcionarla, así que,  ¡allá vamos!

La primera vez que fui a este restaurante estaba con una amiga que había estado en Colombia, y le apetecía esa comida. Desde esa vez, he ido/estado varias veces con varias combinaciones de amigos, pero siempre se me olvidaba la cámara.
Esta vez, un sábado lluvioso, con mi cámara al alcance de la mano, me llevé a unas adorables señoritas y propuse que diésemos otra oportunidad a este lugar.
Primeras impresiones: ciertamente la decoración te lleva muy lejos del ruido de Madrid (mi foto no está bien, ¡como siempre, salió borrosa!). Me han contado que la decoración es típica de Colombia, y verdaderamente nos hizo sentir como si estuviésemos fuera en una tarde calurosa de verano, en vez de dentro en una de invierno.
Porque ninguna de nosotras somos expertas en comida colombiana, decidimos preguntar a la camarera por su consejo. Por  mis visitas anteriores sabía que las porciones son muy grandes y muy generosas (había estado con un amigo que es muy comilón, y con una amiga embarazada que quería aprovechar su nuevo régimen “para dos” con más calorías, ¡y ambos fueron derrotados!) Así que decidimos compartir la tabla combinada para empezar, y dos segundos platos  – La Bandeja Paisa y Los Tamales.  (Menú Completo aquí))
Para beber, Rocío y yo pedimos un zumo que es hecho a elección, con leche o con agua, dependiendo de si quieres una consistencia de batido o de smoothie. Probé la mora y Rocío probó la maracuyá.  Ambos estaban ricos, pero fue una decisión unánime que el de maracuyá fue el mejor. 
Estábamos discutiendo qué zumo era el mejor (¡qué discusión tan dura!) cuando llegó nuestro entrante.
 
 
 
Como podéis ver en la foto de arriba, tiene muy buena pinta, y la presentación es muy buena. La camarera nos explicó qué era cada cosa y empezamos a comer con entusiasmo.  Después de cinco minutos,  paramos, nos miramos, y empezamos a reír: no habíamos dicho ni una palabra, ni siquiera habíamos utilizado los cubiertos; esa fue nuestra mejor forma de valorar lo buena que estaba la comida. Devoramos todo (¡todo!) con las cuatro salsas que teníamos para acompañar la comida – las combinaciones de las hierbas y los diferentes niveles de especias añadían algo extra  y diferente a la riquísima comida. Los palitos de queso fueron mis favoritos (recordemos mi obsesión con el queso…), pero todo en ese plato estaba delicioso hasta el último trozo.
Mientras seguíamos riéndonos y prácticamente rebañando el plato, llegaron los platos principales. Nos miramos de nuevo, reímos más aún,  y nos pusimos manos a la obra.
 
Como ya he dicho, no soy una experta en comida colombiana, por lo que consulté internet y encontré este página, que es muy útil para explicar aquellos platos que habíamos disfrutado.
Y aquí os dejo mi opinión: aunque disfruté la Bandeja paisa (siendo la carnívora que soy), me pareció que el vientre de cerdo era un poco correoso, pero deberíais tener en cuenta que solo lo he probado unas cinco veces en mi vida. El resto estaba delicioso. Las alubias tenían un sabor y consistencia perfectos; odio comer alubias que están crujientes o tienen consistencia de papilla. El chorizo estaba tierno y era rico en sabor; se derritió en mi boca. Excepto por el aguacate (¡maldita alergia!), todos los componentes se mezclaban, resultando en un perfecto plato de invierno. Me enteré gracias a la web de arriba que este plato se originó en la región de los Andes, por lo que me puedo imaginar que cuando las temperaturas bajaban, esta era la perfecta solución para el frío.
 
Los Tamales:  Cada región tiene su propio versión de este plato pero la idea en general es carne y legumbres mezclada y cocinado junto dentro de una hoja de  plátano, este tiene una tortita de masa frito encima.  No hay nada en concreto que podría decir cuando pensé que este plato pero me encuentro menos ‘emocionante’ comer. Quizás en comparación de La Bandeja Paisa, y después de años de abuso de pimienta cayena (la adición de comerlo, nada más!) el sabor se desvaneció.  También, las arepas, para mí, eran un poco blanda sin un montón de salsa. Esto es un gusto personal y no una crítica, simplemente este plato me gusta menos.
 
Asi, mientras bromeávamos acerca de cómo llegaríamos a casa porque no  que llevado a casa porque no podríamos parar de comer, vino otra sorpresa – un grupo de mariachi empezó a tocar. No estoy segura si esto es algo que sucede  solo por ser sábado por la noche o si es una cosa regular pero disfrutamos y añadió algo especial del ambiente sin eclipsar la oportunidad para conversar
 
Cuando la cuenta llegó, no lo creíamos – tenía que hacer un error – ¿solo quince euros cada persona? No podiamos mover! Claro, no somos muy alcohólicas pero teníamos al menos uno cada una.  ¡gran valor para el dinero!
 
 
 Este sitio es definitivamente para cuando queríais algo diferente pero de alguna manera familiar.
Buena Comida, Buena Compañía, buena música. Echa un vistazo!
 
Gracias a Cecilia por su ayuda con los correcciones!

 

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