Sunday, 26 February 2017

The Far Away Fox en Español....Copenhague


La Sirinita
 
Parece que cuando tenía 16 años estaba adelantada a los tiempos. Predije leggings con estampados, ponchos, capas y un mónton de cosas mucho antes que apareciesen en las tiendas. ¡Podéis  llamarme un gurú de la moda!

 En el colegio, escribí un proyecto sobre la comida de las bonitas/bellas tierras de Scandinavia, en ese/aquel momento, un lugar relativamente desconocido por su comida (¡ahora llamadme un gurú de la comida!).  12 años después y Dinamarca es el sitio donde encontrar uno de los mejores restaurantes en el mundo: Noma. Ha ganado ese título dos o tres veces seguidas. Este año perdió ante El Cellar de Can Roca, en Girona. Todavía está en el ‘top ten’ y la comida de esta región sigue teniendo mucha fama.

Estuve queriendo ir durante mucho tiempo pero la ocasión nunca se terminaba de dar, hasta que un día, con un poco de suerte y planeándolo, mi amiga Ras y yo – una de mis compañeras de viaje preferidas – compramos un billete para ir un fin de semana a Copenhague.

Hans Christian Anderson
No hace falta decir que la estatua de Hans Christian Anderson, la de La Sirenita, el Kastellet, el Parlamento danés, el Museo Judío, los Castillos de Rosenborg y Kronborg fueron muy interesantes y bonitos pero, como siempre, la parte del viaje más interesante para mí fue la comida. Ras es la mejor compañera de viaje para alguien como yo porque soy muy calmada; yo sabía que quería ver el castillo de Hamlet (Kronborg) y comer pasteles Daneses, y ella se encargó.  Encontró un mercado de comida que sabía que me iba a encantar. Además, ella buscó en Google todos los restaurantes en Copenhague y verificó que estuviesen dentro de nuestro presupuesto.  Desafortunadamente ninguna teníamos mucho dinero, así que no pudimos comer en todos los restaurantes, pero hicimos una lista de cosas para cuando volvamos (de nuevo). Una es, por supuesto, comer en Noma.


Goat Hotdogs!
Como siempre nuestro plan, no funcionó.  La mejor comida que probamos, la encontramos por accidente. Por ejemplo, los perritos calientes de cabra de un puesto fuera del Rundetårn que encontramos por casualidad el primer día justo cuando mas lo necesitábamos cuando hicimos un descanso. No volvimos a encontrar perritos calientes exóticos como los de pollo o de cabra en ningún otro sitio.  Aunque suenen raros, teniendo en cuenta que ninguna de nosotras come cerdo y ella ademas  ni ternera, encontrar perritos calientes de cabra fue un golpe de suerte.

Esta suerte continuó y terminamos cenando el primer día en un barco. Y  la segunda noche la terminamos celebrando el aniversario del parque de atracciones con fuegos artificiales (si nos hubiésemos ido diez minutos antes, nos los habríamos perdido).
 
 
Pero volviendo a la noche del barco, Llegamos al hotel después de haber estado siete horas de turismo por la ciudad. Después de habernos levantado a las 3 de la madrugada para coger nuestro vuelo, que salía a las 7 – cualquiera que me conozca, esto no me hace muy feliz  por lo que Ras me dijo que fuese a dormir un rato mas mientras ella iba a buscar a alguien que pudiese recomendarnos un sitio para cenar. Ella tuvo un poco de mala suerte y encontró el único chico del staff en el hotel que no era de Copenhague. Tengo que decir que fue muy simpatico y nos ayudó en todo, excepto en las recomendaciones de comida.
 
Al final decidimos coger un taxi a Christianshavn, una de las cinco islas que forman Copenhague.  El taxista, un serbio muy amable, aunque era muy agradable, no paraba de recomendarnos que comiéramos en TGIs o un sitio nuevo de hamburguesas que acababa de abrir. Muy bien considerado, pero no era lo que estábamos buscando.
Debido a que nuestra sesión en la piscina y sauna nos llevó algo mas de tiempo del que pensamos y porque además cogimos el ascensor equivocado, entonces tuvimos que salir corriendo  llevando solo nuestras toallas y bañadores  por la recepción repleta de gente elegante. Así que cuando llegamos a Christianshavn ya estaba oscureciendo, empezaba a hacer frío, era muy tarde y aun no teníamos un plan para cenar. Repentinamente, una idea nos llamó la atención.
 
 

Habíamos pasado por encima de un puente, y el taxista nos dijo que había un barco convertido en un bar flotante, y nos sugirió que tomásemos algo antes de cenar.  Cuando pasamos de nuevo por allí, descubrimos que también había una cocina. ¡Exactamente que necesitamos!
 
 
 
Por suerte, habíamos llegado 20 minutos antes de que la cocina cerrase. Así que pedimos toda nuestra comida a la vez, y nos sentamos para disfrutar del paisaje. Teniendo en cuenta que era una noche fría, usamos mantas muy cómodas para taparnos. Las luces y las velas daban bastante calor, así que estábamos lo suficientemente calentitas.  El ambiente se me hizo muy ‘Danés’, pero no podria decir exactamente por qué.
 
 
Filete de Bavette
La comida estaba deliciosa y nos ayudó a entrar en calor, cada una nos pedimos un entrante de sepia con alioli (y lo que yo creia que era pimientos rosas como decoración), y para nuestro primero, yo pedí un filete de Bavette, hecho justo como a mi me gusta, poco hecho  con repollo a la plancha, yogurt de rábano rusticano, y una ensalada de ajo y alazán. Ras decidió pedir la ternera con vegetales de temporada. Y mejor aún, todos los ingredientes eran de origen local. ¡Ñam!
 
 
 
 
 
 
 

Ternera y verduras
 
 

También compartimos patatas danesas hervidas. Siendo poco tradicionales, teniendo en cuenta que ambas comimos carne roja, decidimos tomar vino blanco. Recientemente le he descubierto que me gusta, así que ahora lo tomo siempre que puedo. Amantes de la comida y del vino, ¡mirad hacia otro lado ahora! Toda la comida llegó a la vez porque la cocina estaba cerrando y querían terminar los últimos pedidos, así que disfrutamos de una mezcla bastante rara.
 
 
 
 
 
 
 
La vista del puente
 
 
 
 
Desafortunadamente, como habíamos llegado tarde, no pudimos pedir el postre, pero los platos que vi llegar a las otras mesas de Panna Cotta tenían muy buena pinta. Si hubiésemos tenido tiempo, nos habría gustado volver. Si estás en Christianshavn y estás buscando comer en un sitio diferente, échale un vistazo.
 
 
El sábado nos levantamos temprano, nos llenamos con el buffet del desayuno (pasteles daneses incluídos) y nos dirigimos a Helsingør, el hogar del castillo de Kronborg, la casa de Hamlet. ¡Precioso!
 
La casa de Hamlet!
 
Patio Interior de Kronborg
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Después tomamos un sándwich y nos dirigimos a ver a La Sirenita, Kastellet y a hacer una excursión en barco en Nyhavn. No se puede decir que no aprovecharamos nuestras tarjetas turísticas de Copenhagen.
 
 
 
 
 
 

La tarde, fue otra vez, genial, y totalmente por casualidad. Habíamos decidido previamente volver a Nyhavn para cenar, pero llegamos al hotel agotadas y decidimos quedarnos por la zona. A diez minutos de nuestro hotel había un parque temático. Y no cualquier parque. Dinamarca es el hogar de los dos parques más antiguos del mundo. Este parque, Tivoli, abrió el 15 de agosto de 1843, y adivinad la fecha de nuestra visita para la cena. Sin darnos cuenta  en el momento, dimos la vuelta para sacar fotos y cenar.
 
 
 
 
 
 
 
Esta vez terminamos comiendo lo que pudimos encontrar, ya que era tarde, así que comí un perrito caliente, y Ras comió un pollo a la plancha con patatas fritas. ¡Comida rápida en todo su esplendor! Después caminamos disfrutando del ambiente que era increíble. Justo antes de medianoche, nos empezaron a llamar nuestras camas, pero nos dimos cuenta de que estaban cerrando ciertas zonas del parque.  Cuando le preguntamos a un guardia, nos dijo que iba a haber un show de fuegos artificiales para conmemorar el aniversario. Encantador, a quién no le gusta un buen show de fuegos artificiales.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Esperamos y no nos decepcionó. Estábamos rodeadas por lo menos de 500 personas y no solo fueron mágicos los fuegos artificiales, sino que habían puesto un escenario en el centro del parque con una orquesta que tocaba música acompañando el show. Xilófono y sonidos brillantes para las bengalas, instrumentos de viento de madera para las ruedas de fuego, cuerda para las estrellas fugaces y viento metal  para los grandes estallidos. Todo muy bien orquestado (perdón por el juego de palabras).

 
 
 
Después de otra noche durmiendo como niños en nuestras camas, nos pusimos las botas desayunando y entonces nos  fuimos al centro para terminar de hacer las ultimas cosas pendientes.  Vimos las ruinas debajo del Castillo deChristiansborg, compramos regalos y salimos deprisa de una caféteria y además, de mal humor (esto es otra historia y en absoluto representativo del buen servicio que nos dispensaron)

El Fuente de Gefion
Íbamos a ir al barrio de ‘Meat Packing’ a comer porque nos dijeron que había un mercado de comida con más de 80 tiendas. Quizás lo entendimos mal porque cuando llegamos no habia más de 15 quioscos y un montón de tiendas cerradas rodeando la plaza – un poco decepcionante pero, eran las 2 de la tarde y sabíamos que el mercado cerraba a las 3. Con lo cual, compramos un poco de comida y nos sentamos en un banco bebiendo un zumo de los productores locales y de esta forma pudimos charlar de nuestro viaje.
Al final volvimos al hotel para recoger nuestras maletas y nos fuimos al aeropuerto.  En ese momento me di cuenta de lo mucho que había disfrutado de cada momento del viaje aunque me sentía feliz de subir el avión y relajarme un rato!
 
 
 
 
Recomiendo totalmente esta preciosa ciudad . Creo que las 50 horas que pasamos allí no abarcan lo que se puede ver y hacer.  Definitivamente, quiero volver.

También recomiendo una ´Copenhagen Card´. Nos ahorramos un montón de dinero en las entradas y transporte estaban incluidos. Ras predijó que ahorriamos 700 Krone en el corto espacio de tiempo que estuvimos allí.

También recomiendo el hotel donde nos quedamos.  Las camas eran muy muy cómodas. Perfecto después de 12 horas  diarias andando y haciendo turismo. El hotel estaba muy bien situado,  su personal fue muy amable y eficiente, y encima, el desayuno estuvo delicioso y abundante.  Lo único es que  habían unas obras que impedían disfrutar de las vistas aunque mi imagino que pronto las acabarán terminando.
El centro de belleza y Spa en la parte baja del hotel también fue la mejor manera de relajarnos.
 
 


Una nota extra - Todas las fotos son de Ras!








No comments:

Post a Comment